Ya en el lugar comenzamos a probar con la boga, dando buen resultado el salamín por sobre el maiz, pero todas chicas. En la foto lo vemos a Pato con una de sus tantas capturas.
Luego de un momento comenzó a llover con intensidad.
La tripulación seguía atenta al pique, escondidos bajo las capas que siempre llevo en la lancha y que en esta oportunidad fueron de vital utilidad para mantenernos "secos".
Ya al mediodía y con una docena de bogas sacadas, decidí ingresar al delta para comer algo e intentar con el dorado. Se hizo bastante esquivo hasta que recurrimos a la modalidad que mejor rindió durante la semana, trolling. Alejandro muestra en la foto un hermoso dorado.
Oscar en plena lucha con un tigre de río sorprendido por la resistencia que estos ponían a la hora de picar.
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