Emprendimos una navegación por demás placentera por las condiciones del río, pero con la incertidumbre de saber si las flechas estarían activas o no.
Una vez en el lugar parecía increible como estaba el río tal cual lo retrata la imagen.
Realmente se complicaba bastante acomodar la embarcación, teniendo que por mementos tirar las líneas para donde se podía.
Así y todo los muchachos se las rebuscaban para ir poco a poco levantando piezas de portes mas que interesantes como el que nos muestra Emanuel.
Carlos también le tomaba la mano al pique mesquino que proporcionaban los pejes.
Ya cerca del mediodía con una leve brisa que hacía que al menos las líneas tomaran algo de distancia de la Vaska, en una de esas explotó el agua en la línea de Ricardo, con la captura de una verdadero Gran Berisso, muy robusto y por demás combativo.
espetacular
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