Una vez en el lugar se dispusieron al armado de equipos y comenzaron los primeros intentos haciendo puntería a embocar la línea entre los palos. Luego de un par de enganches con posteriores cortes, comenzaron a salir las primeras bogas.
José con una linda boga, la verdad que el pique costaba identificarlo pero una vez clavadas se mostraban muy combativas.
Marcelo con otra boguita.
La verdad que vinieron en busca de diversión y se les dió. Cuesta dar con bogas de medida pero la diversión está asegurada con boguitas como la que muestra Marcelo en la foto.
Algo que por momentos provocaban el corte de nuestras líneas fueron los ataques de doradillos.
Muchachos un placer, y a disposición para cuando gusten.
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